Iluminación de espacios de trabajo
La calidad de la iluminación en el lugar de trabajo desempeña un papel fundamental en el bienestar de los trabajadores

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La calidad de la iluminación en el lugar de trabajo desempeña un papel fundamental en el bienestar de los trabajadores, y debe ser pensada y adaptada a cada espacio para favorecer las condiciones óptimas de trabajo.
El impacto de la luz en nuestra vida
Los miles de años de evolución humana sin la presencia de luz artificial nos dejaron una reacción natural a la luz solar. Sin luz artificial, la estrecha relación entre la presencia de luz y la vida cotidiana del ser humano era más evidente. Resumidamente:
Al amanecer, una luz poco intensa y cálida, alrededor de 2700K, pretende despertar nuestro cuerpo para el día que ahora comienza;
A lo largo de la mañana, la luz del sol va aumentando su intensidad alcanzando su pico alrededor del mediodía, momento en el cual sería esperable que nuestra energía estuviera también en su máximo. Al mediodía, la luz del sol tiene una temperatura de color aproximada de 5500K;
Con el avance de la tarde, la temperatura de color vuelve a ser más cálida, con los tonos azules dando lugar a los amarillos. Naturalmente, nuestra energía va disminuyendo, proporcionando un estado más relajado y adecuado para la hora de descanso.
Hoy vivimos en ambientes también iluminados artificialmente. Esta iluminación puede replicar, independientemente de la hora, cualquier tipo de luz que antes solo obtendríamos naturalmente. Por este motivo, es de extrema y cada vez más evidente importancia adaptar la iluminación no solo a la función de los espacios, sino también a la hora del día, siempre que sea posible. Para resolver este problema, surgió la Iluminación Centrada en el Humano, o Human Centric Lighting.
Importancia de la iluminación en los lugares de trabajo
El efecto de la luz en el cuerpo humano puede verificarse en nuestro nivel de energía, humor y capacidad de concentración. Una buena iluminación es esencial, existiendo ya varios estudios científicos que apuntan a la correlación entre la correcta iluminación del lugar de trabajo y la calidad, productividad, motivación y bienestar del trabajador.
La mala iluminación no solo afecta al confort visual, sino que potencia otros síntomas generadores de malestar como la fatiga visual, visión borrosa, irritabilidad visual, dolores de cabeza y musculares, estrés y dificultad de concentración.
La disminución de la agudeza visual, consecuencia de la fatiga, no depende solo de las condiciones de iluminación, aunque esta sea una de las grandes influencias. Otros factores que afectan la agudeza visual son:
Las características oculares de la propia persona — edad más avanzada y/o enfermedades oculares, como miopía y astigmatismo.
Presencia de factores perturbadores, como fuentes luminosas desprotegidas (luminaria sin difusor, por ejemplo) que causan deslumbramiento.
Posicionamiento incorrecto de la pantalla del ordenador en relación a las fuentes de luz, naturales o artificiales, como la colocación de un monitor frente a una ventana.
Para quienes trabajan con pantallas de ordenador, la fatiga visual también puede derivar de la posición de los ojos en relación con el monitor del ordenador. Se recomienda una distancia de 30 cm entre los ojos y la pantalla, así como mantener el horizonte visual por encima de la parte superior de la pantalla; de esta forma, una mayor área de la córnea quedará protegida por el párpado.
Fuentes de luz
De forma general, podemos dividir la luz en dos grandes grupos, según su fuente: natural y artificial.
Luz natural
La luz natural, proveniente del sol, puede y debe ser aprovechada para iluminar espacios interiores. A través de ventanas y superficies acristaladas, instaladas en paredes o techos, es posible beneficiarse de la luz solar, aunque siempre se debe considerar una forma de regular la entrada de luz para evitar deslumbramientos.
Luz artificial
Proporcionada por lámparas y luminarias, puede tener diferentes intensidades y temperaturas de color, según el tipo de uso y la preferencia.
Iluminación de espacios de trabajo
La iluminación de los lugares de trabajo debe pensarse en tres capas:
Superficie de trabajo — debe ser adecuada a la función desempeñada;
Área de la tarea — la iluminación del área circundante a la superficie de trabajo permite tanto delimitar zonas donde se realizan ciertos tipos de trabajo como contribuir a una buena iluminación de la superficie;
Ambiente — este tipo de iluminación debe ser uniforme y es especialmente importante en lugares que tendrán un carácter flexible en lo que respecta a las tareas a desempeñar.
En rojo la superficie de trabajo, en verde el área de tareas y en amarillo el entorno
Cada capa puede beneficiarse de uno o más tipos de iluminación, según la dirección del haz de luz: directa, indirecta o combinada. Se considera iluminación directa aquella cuyo haz incide directamente en la zona a iluminar e indirecta cuando se dirige el haz de luz a otra superficie que, a su vez, iluminará la zona deseada a través de la reflexión de la luz. También pueden combinarse los dos tipos de iluminación, utilizando luminarias con haces directos o indirectos o, optando por una solución más reciente, luminarias que emitan más de un haz de luz.
La iluminación ambiental puede ser proporcionada por luminarias de techo que iluminen de forma directa o combinada. La iluminación del área de la tarea puede beneficiarse de todos los tipos de iluminación. La superficie de trabajo, dependiendo de la tarea a realizar, puede ser iluminada de forma directa o combinada, por una o más luminarias.
Luminarias con dirección del haz de luz directa, indirecta y combinada.
La iluminación de los espacios de trabajo debe priorizar el rendimiento, dependiendo de la intensidad luminosa y el deslumbramiento, el confort visual, a través de la elección de un CRI y brillo adecuados, y el ambiente, con la selección de una temperatura de color y dirección de la luz apropiadas.
¿Cuál es la cantidad ideal de luz para cada espacio?
La elección de las características de la iluminación tiene como objetivo proporcionar un espacio de trabajo cómodo, optimizador del rendimiento y seguro. Existen normas que sirven como base para determinar la cantidad de luz que debe incidir en cada superficie según su propósito. Este concepto se denomina iluminancia, se expresa en lux, y se puede medir mediante un equipo específico, el luxómetro.
El nivel de iluminancia es crucial para realizar tareas sin errores y para evitar la fatiga. Los lugares donde se realizan tareas minuciosas y que requieren una buena visibilidad naturalmente necesitan una mayor luminosidad que otros lugares con tareas menos detalladas.
Además de la iluminancia, otro factor muy importante para una buena iluminación es el UGR - Unified Glare Rating, en español Índice de Deslumbramiento Unificado. Este índice mide el efecto de deslumbramiento psicológico de una instalación de iluminación en espacios interiores. El UGR depende no solo de la luminancia de las luminarias, sino también de la posición y dirección de la mirada del observador y de la luminancia del ambiente, para lo cual contribuyen, además de las luminarias, otras fuentes de luz como pantallas y ventanas.
Aquí dejamos una pequeña lista de iluminancia y niveles de UGRL (valor límite de UGR) recomendados para algunos lugares interiores según la norma EN 12464-1 - Iluminación de interiores para lugares de trabajo:
Zonas de circulación — 100 lux, UGRL 25
Escaleras — 150 lux, UGRL 25
Salas de espera — 200 lux, UGRL 22
Recepción — 300 lux, UGRL 22
Aulas — 300 lux, UGRL 19
Tiendas — iluminación general — 300 lux, UGRL 22
Oficinas, salas de reuniones y conferencias — 500 lux, UGRL 19
Aulas de trabajos manuales — 500 lux, UGRL 19
Tiendas — zona de cajas — 500 lux, UGRL 19
Salas de examen y tratamiento — 500 lux, UGRL 19
Salas de examen y tratamiento — superficie de trabajo minucioso — 1000 lux, UGRL 19
Salas de cirugía — 1000 lux, UGRL 19
Zonas de trabajo de precisión — 1000 lux, UGRL 16
La iluminación del lugar de trabajo debe potenciar el rendimiento del trabajador, pero nunca descuidando su confort. Aunque estas sean recomendaciones genéricas, la iluminación de cada espacio debe ser pensada individualmente, mediante la realización de un estudio luminotécnico, que permite iluminar cada espacio según su funcionalidad y características propias.








